Michael Faraday: el hombre que nos regaló la luz.
Fue el hombre que regaló la electricidad hasta
que los empresarios decidieron sacarle beneficios.
Faraday luchó
durante mucho tiempo por unificar la electricidad y el magnetismo. Si la
electricidad puede generar campos magnéticos, se preguntaba, ¿no podrá el
magnetismo generar electricidad? ¿Por qué no? La Naturaleza ama la simetría.
Pero le llevó más de 10 años probarlo.
Si Faraday no fue
el mayor experimentador de su época, ciertamente opta al título. Se dice que
hay más biografías suyas que de Newton, Einstein o Marilyn Monroe. ¿Por qué? En
parte porque su vida tiene un aire que recuerda a la de la Cenicienta. Nacido
en la pobreza, a veces hambriento (una vez se le dio un pan para que comiese
una semana entera), Faraday apenas asistió a la escuela.
A los 14 años era
aprendiz de un encuadernador, y se las apañó para leer algunos de los libros a
los que ponía tapas. Un día, un cliente llevó un ejemplar de la Encyclopedia
Britannica. Contenía un artículo sobre la electricidad. Faraday lo leyó, se
quedó enganchado con el tema y el mundo cambió.
Empezó su vida
profesional a los 21 años, como químico; descubrió algunos compuestos
orgánicos, el benceno entre ellos. El paso a la física lo dio al poner en claro
la electroquímica. A continuación se dedicó a realizar una serie de grandes
descubrimientos en los campos de la electricidad y el magnetismo:
– descubrió la ley
(que lleva su nombre) de la inducción, según la cual, un campo magnético crea
un campo eléctrico.
– fue el primero en
producir una corriente eléctrica a partir de un campo magnético.
– inventó el motor
eléctrico y la dinamo.
– demostró que hay
una relación entre electricidad y enlace químico.
– descubrió el
efecto del magnetismo en la luz.
–
¡y mucho más!
¡Y todo esto sin un
doctorado, sin una licenciatura, sin el bachillerato siquiera! Era además
analfabeto en lo que se refería a las matemáticas. Escribió sus descubrimientos
no con ecuaciones, sino en un claro lenguaje descriptivo, a menudo acompañado
por imágenes que explicaban los datos.
El propio Faraday
construyó el generador eléctrico, pero no estaba demasiado centrado en
descubrimientos nuevos, con la seguridad que las aplicaciones prácticas
hallarían su desarrollo completo posteriormente. Se cuenta a menudo que el
primer ministro británico visitó el laboratorio de Faraday en 1832 y, señalando
a esa máquina tan divertida, le pregunto para qué servía. “No lo sé, pero
apuesto a que algún día el gobierno le pondrá un impuesto”, dijo Faraday. El
impuesto sobre la generación de electricidad se estableció en Inglaterra en
1880.
En 1826 dio a los
niños las primeras de las originales lecciones de Navidad. En su primera charla
arguyó que una vela encendida ilustraba todos los procesos físicos conocidos.
Era verdad en 1826, pero no hoy en día (la temperatura es demasiado baja). Pero
sus lecciones sobre la vela eran claras y entretenidas, así que sumadle otra faceta
a este hombre notable: la de divulgador.
Abraham Pais dijo
de él: “Ese es el verdadero Faraday, experimentador hasta la médula, que sólo
aceptaba lo que un fundamento experimental le obligaba a creer”.
Fuente: “La partícula divina”, Leon Lederman.
Fuente: “La partícula divina”, Leon Lederman.
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