Henry Cavendish y la masa de la Tierra. Historias de la ciencia
Publicado
el 7 de febrero de 2005 en Historias
de la ciencia por
omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 3 minutos y 19 segundos
Tiempo aproximado de lectura: 3 minutos y 19 segundos
Henry Cavendish |
¿Es
posible calcular la masa total de la Tierra? Pues sí, y si alguna vez te
preguntas quién fue el primero en hacerlo, la respuesta es Henry Cavendish.
¿Sabes cómo pudo hacer semejante proeza? Pues ideó el péndulo de torsión y pudo
hallar la constante de gravitación universal de Newton. Con ese dato, el resto
era una simple ecuación. Pero hizo muchas cosas más. Y su historia es de lo más
curiosa.
Los psicólogos y estudiosos del comportamiento anormal de las personas harían
sus delicias estudiando a Cavendish. Fue ciertamente uno de los hombres más
extraños e insociables que jamás haya existido. Era el principal accionista del
Banco de Inglaterra, sin embargo, vivía como con unas cuantas libras esterlinas
a la semana.
Como se trataba de uno de los más notables científicos del mundo,
eran muchos los que buscaban su compañía, pero su carácter sumamente temeroso
de tratar con la gente lo mantenía alejado del mundo. Su gran riqueza y su
noble linaje hacían de él uno de los solterones más codiciados de Inglaterra,
pero para Cavendish, el ver a una mujer, lo acobardaba a tal punto de sentirse
físicamente enfermo. Llegó al extremo de comunicarse con sus sirvientas por
notas escritas y que, no obstante, en una vida de intenso y variado trabajo
sólo publicó veinte artículos y ningún libro. Su ambición era saber, no ejercer
de sabio. Quién sabe la cantidad de descubrimientos que se llevó a la tumba.
Uno de los primeros biógrafos de Cavendish, sin compasión alguna señaló: “En todos los manicomios del mundo hay figuras como la de Henry Cavendish”. Sea cual sea el nombre que se les ocurra a los psiquiatras darle a la patología de Cavendish es necesario que reconozcamos que se trató de un personaje genial con una muy aguda mente científica…
Nacido en 1731 fue físico y químico. En el año 1766 presentó ante la Royal Society los primeros resultados obtenidos con un gas que generaba gracias a la reacción de un ácido sobre un metal (se trataba del hidrógeno). Determinó también la densidad de diversos gases estableciendo la relación entre las densidades del hidrógeno y el aire. Descubrió que el agua no es un elemento, sintetizándola por combustión de hidrógeno en aire, y determinó la composición de la atmósfera. En 1785 llevó a cabo experimentos con descargas eléctricas en mezclas de nitrógeno y oxígeno descubriendo de este modo la composición del ácido nítrico así como la existencia del gas noble argón.
Fue uno de los fundadores de la moderna ciencia de la electricidad, aunque gran parte de sus trabajos permanecieron ignorados durante un siglo(!). Propuso la ley de atracción entre cargas eléctricas (en vez de llamarse ley de Coulomb debería llamarse ley de Cavendish) y utilizó el concepto de potencial eléctrico.
Como no contaba con los instrumentos adecuados para sus investigaciones medía la fuerza de una corriente eléctrica de forma directa: se sometía a la corriente de la carga y la calculaba por el dolor.
Al morir su padre heredó una gran fortuna, pero no por eso alteró su modo de vida. Más tarde un tío le heredó más recursos, los cuales entregó a los banqueros para que se encargaran de ellos, ya que no tenía ningún interés en el dinero. Sus miles se convirtieron en millones y, a principios del siglo XIX, probablemente Cavendish era el hombre más rico de toda Inglaterra, como dijera un inteligente biógrafo: “Cavendish era el más rico de todos los sabios y el más sabio de todos los ricos”.
Cada vez se le veía menos al tímido científico. Mandó construir una escalera en la parte posterior de su casa a fin de entrar y salir sin ser visto por las doncellas de su servidumbre. Cada mañana, los criados encontraban una tira de papel en la que pedía ciertos platos para el día. Una vez que preparaban su comida, debían llevarla al comedor, dejarla y retirarse antes de que el tímido sabio entrara sigilosamente en la habitación. Apartado del mundo, de tal manera, murió en 1810 a la edad de 79 años.
Una parte de su enorme fortuna se usó para fundar los actualmente famosos laboratorios Cavendish de Gran Bretaña (bautizados así en su honor), a los que acuden científicos jóvenes de talento para trabajar con el equipo más moderno posible e intercambiar ideas. Dichos laboratorios han producido excelentes trabajos en el campo de la física nuclear. Los millones que Cavendish no tocó durante toda su vida, se invierten hoy en el incremento de los conocimientos de lo desconocido. Indudable y tímidamente, Henry Cavendish hubiera estado de acuerdo con dicha inversión.
Fuentes:
http://es.geocities.com/fisicas/cientificos/fisicos/cavendish.htm
http://www2.uah.es/vivatacademia/anteriores/n57/docencia.htm
http://www.geocities.com/fdocc/caven.htm
Uno de los primeros biógrafos de Cavendish, sin compasión alguna señaló: “En todos los manicomios del mundo hay figuras como la de Henry Cavendish”. Sea cual sea el nombre que se les ocurra a los psiquiatras darle a la patología de Cavendish es necesario que reconozcamos que se trató de un personaje genial con una muy aguda mente científica…
Nacido en 1731 fue físico y químico. En el año 1766 presentó ante la Royal Society los primeros resultados obtenidos con un gas que generaba gracias a la reacción de un ácido sobre un metal (se trataba del hidrógeno). Determinó también la densidad de diversos gases estableciendo la relación entre las densidades del hidrógeno y el aire. Descubrió que el agua no es un elemento, sintetizándola por combustión de hidrógeno en aire, y determinó la composición de la atmósfera. En 1785 llevó a cabo experimentos con descargas eléctricas en mezclas de nitrógeno y oxígeno descubriendo de este modo la composición del ácido nítrico así como la existencia del gas noble argón.
Fue uno de los fundadores de la moderna ciencia de la electricidad, aunque gran parte de sus trabajos permanecieron ignorados durante un siglo(!). Propuso la ley de atracción entre cargas eléctricas (en vez de llamarse ley de Coulomb debería llamarse ley de Cavendish) y utilizó el concepto de potencial eléctrico.
Como no contaba con los instrumentos adecuados para sus investigaciones medía la fuerza de una corriente eléctrica de forma directa: se sometía a la corriente de la carga y la calculaba por el dolor.
Al morir su padre heredó una gran fortuna, pero no por eso alteró su modo de vida. Más tarde un tío le heredó más recursos, los cuales entregó a los banqueros para que se encargaran de ellos, ya que no tenía ningún interés en el dinero. Sus miles se convirtieron en millones y, a principios del siglo XIX, probablemente Cavendish era el hombre más rico de toda Inglaterra, como dijera un inteligente biógrafo: “Cavendish era el más rico de todos los sabios y el más sabio de todos los ricos”.
Cada vez se le veía menos al tímido científico. Mandó construir una escalera en la parte posterior de su casa a fin de entrar y salir sin ser visto por las doncellas de su servidumbre. Cada mañana, los criados encontraban una tira de papel en la que pedía ciertos platos para el día. Una vez que preparaban su comida, debían llevarla al comedor, dejarla y retirarse antes de que el tímido sabio entrara sigilosamente en la habitación. Apartado del mundo, de tal manera, murió en 1810 a la edad de 79 años.
Una parte de su enorme fortuna se usó para fundar los actualmente famosos laboratorios Cavendish de Gran Bretaña (bautizados así en su honor), a los que acuden científicos jóvenes de talento para trabajar con el equipo más moderno posible e intercambiar ideas. Dichos laboratorios han producido excelentes trabajos en el campo de la física nuclear. Los millones que Cavendish no tocó durante toda su vida, se invierten hoy en el incremento de los conocimientos de lo desconocido. Indudable y tímidamente, Henry Cavendish hubiera estado de acuerdo con dicha inversión.
Fuentes:
http://es.geocities.com/fisicas/cientificos/fisicos/cavendish.htm
http://www2.uah.es/vivatacademia/anteriores/n57/docencia.htm
http://www.geocities.com/fdocc/caven.htm
Comentarios
Publicar un comentario