10 tips para manejar mejor su tiempo y equilibrar su vida. . Autor: Lucía Blanco. 15-04-2009
Hay cosas que se deben hacer “Hoy”, pero
muchas veces esas situaciones no trascienden para “la vida” y en lo que debemos
centrarnos es en lo que es importante “En la Vida”. El manejo del tiempo es de
alguna forma el manejo de la vida, no podemos desperdiciar ni una hora del día
y para eso, debemos aprender a aprovechar nuestro tiempo.
Después de “No he tenido tiempo”, creo que la
siguiente frase más utilizada para resaltar un hecho que no hemos logrado por
falta de tiempo es: “Ahora sí”, basta remitirnos a cualquier fin de año en el
que al hacer los propósitos para el año que comienza la primer frase que se
escucha ya sea de uno mismo o de algún familiar presente en la reunión es:
“Ahora si voy a dejar de fumar”, “Ahora sí, pasando las fiestas voy a empezar
la dieta”, “Ahora si voy a hacer ejercicio”; en fin, la lista puede ser tan
larga como la memoria nos lo permita.
El no cumplir estos propósitos, no se aleja tanto como
pudiera pensar de la administración del tiempo. Después de todo, Lakein dice
que el Tiempo es Vida, lo cual nos llevaría a concluir que la Administración
del Tiempo es la Administración de la Vida, por lo tanto si no se cumple lo que
se propuso, desde mi perspectiva fue porque no se consideró importante y porque
no se supo administrar la vida.
Piénselo de otra manera, un día tiene 24 horas, lo que
no haga en ese día, es irrecuperable, esto quiere decir que hora no utilizada
en algo que impacte o importe nuestra vida, es literalmente tiempo perdido,
acaso ¿vida perdida? ¡Exactamente! Ese es el punto. La falta de tiempo no
existe, todos tenemos las mismas 24 horas al día, lo que pasa es que no se
tiene equilibrio personal y cuando uno está desequilibrado, todo alrededor se
desequilibra. Por eso a continuación enlisto 10 tips para equilibrar su vida,
lo cual repercutirá en disfrutarla y darse cuenta que no es determinación lo
que falta, sino equilibrio.
- Ubicar la escalera. Dice Stephen Covey que “Si la escalera no está apoyada en la pared
correcta, lo único que hará es llevarnos antes al lugar erróneo” Y así es,
¡¿De qué sirve hacer muchas cosas, si no nos están dando ningún
resultado?! Así, lo primero que hay que hacer es plantearse metas. Éstas
deben ser reales, medibles y alcanzables. El camino más corto, el más
fácil es preguntarse “¿Qué es lo que realmente quiero en la vida?” La respuesta
a esta pregunta sentará las bases de dirección y el lugar en donde se
quiere apoyar la escalera y de esta manera las actividades que se realicen
día con día, deberán estar enfocadas a lograr obtener lo que se quiere de
la vida.
- Escribir pendientes. La escalera nos ayuda a definir el qué, el escribir los pendientes
nos ayuda al cómo. El hacer una lista implica no manejar muchos papelitos,
saber en dónde lo anotamos y tener en un solo lugar las actividades que
queremos realizar, incluso las que no son tan importantes, pero tenerlas
anotadas ayudan a ocupar la mente en cosas importantes y no en los
pendientes. Cuando vemos los pendientes enlistados, nos damos cuenta que
en realidad no eran tantos y eso ayuda a descansar la mente.
- Descansar la mente. La mente igual que el cuerpo, necesita descansar. Si está
acostumbrado a trabajar jornadas interminables, pregúntese: “Si me quedo,
¿lo termino y se me quita un pendiente?”, si la respuesta es afirmativa,
entonces vale la pena quedarse, terminar y quitarse un pendiente; ¡Ah!
Pero si la respuesta es negativa, el quedarse no lo vale. ¿Por qué? Porque
si no se va a acabar, no se va a comer bien, se va a salir tarde, se va a
cansar, se tiene que llegar temprano para terminar y por si fuera poco se
va a dormir mal por la preocupación de no haber terminado lo que sea en lo
que estuviera trabajando ¡¿Para qué quedarse?! Vale más descansar la
mente, disfrutar a los seres queridos, cenar a gusto, dormir para
descansar y llegar temprano descansado y despejado.
- Una sola cosa a la vez. No se trata de hacer una sola actividad, sino de tener la mente en
un solo lugar. El hecho de estar en casa pensando en la oficina o
viceversa, o de estar en alguna reunión esperando o atendiendo una llamada
lo único que hace es desequilibrarnos porque ni estamos en un lugar, ni en
otro y por lo tanto perdemos vida con nuestros seres queridos o con
nosotros mismos. En fin, se pueden hacer tantas actividades como intereses
o capacidades se tengan, el secreto está en no mezclar pendientes ni actividades,
es decir, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
- Limpiar para descansar. Este punto se refiere a que hay que mantener el escritorio o el
lugar de trabajo despejado de papeles, tener únicamente lo que se está
ocupando, porque un lugar saturado cansa la mente y además genera estrés.
¿Qué hacer para lograr tener un lugar despejado? Hay que hacer uso de lo
que he llamado DATT y que se refiere a no mover un papel si no se tiene la
intención de hacer algo con él. Esto es, cada vez que nos llegue un
documento (o e-mail, aplica igual) lo que se puede hacer se reduce a:
Delegar, Archivar, Tramitar o Tirar. Pero haga lo que haga, maneje los
papeles UNA sola vez para mantener el lugar de trabajo y la mente
despejados.
- Empezar por el principio. Suena tan obvio, que precisamente por eso no se
realiza. ¿Cómo saber cuál es el principio? Muy fácil, la respuesta está en
tener claro a dónde quiere llegar al subir la escalera. El saberlo
determinará actividades que serán importantes pues lo llevarán a donde quiere,
todo aquello que nos aleje por urgente que sea, sólo nos quitará vida.
Aprenda a enfocarse en la meta.
- Aprender a decir que no. Cuando tenemos claro el rumbo a donde se va ¡es tan fácil decir que
no! que lo único que tendrá que hacer es pregúntarse, ¿Qué pasa si no hago
esto? Si la respuesta es nada, ¡No lo haga!, y Ud. podrá disfrutar su
vida. Decir que no es mucho más importante si el pendiente es de alguien
más y no propio.
- Usar la agenda. El secreto no es programar actividades, sino cumplir las programadas.
Una agenda no es sólo de trabajo, dado que ya vimos que lo que se
administra es la vida, llevar una agenda se vuelve una programación
personal y entonces se vuelve tan importante agendar un café con un(a)
amigo(a), asignar tiempo para el deporte, para algún pasatiempo, para
actividades familiares, o simplemente tiempo para uno mismo. Lo más
importante en este punto de la agenda es el aprender a decir que NO a
actividades que interrumpan esta programación.
- No posponer. El decir “al rato lo hago” es tan grave como no saber decir que no.
Imagine un gran contenedor denominado “Al Rato” y después imagine que todo
aquello que decide no hacer en el momento se va a ese contendor. No dudo
que finalmente al tenerlo frente a Ud. y ver la cantidad de cosas que se
dejaron ahí haga que en lugar de vivir afuera de dicho contenedor, en
equilibrio; viva inmerso en “Todo lo que se tiene que hacer” y que
generalmente resulta que era “para ayer”.
- Administrarse a sí mismo. Finalmente el hecho de que no es lo mismo administrar
“el tiempo”, que administrarse a uno mismo, implica que si se hacen o no
las cosas, depende únicamente de uno y de nadie más. Y desde esta
perspectiva si se decidió no hacerlas es porque uno está determinando que
no valen la pena en la vida y desde mi perspectiva, uno no “se da el
tiempo para hacerlas”.
- Espero que los diez tips repercutan en un
equilibrio en su vida. Hay cosas que se deben hacer “Hoy”, pero muchas
veces esas situaciones no trascienden para “la vida” y en lo que debemos
centrarnos es en lo que es importante “En la Vida” así es que mi último
consejo es que si se enfrenta a una situación y no sabe si debe o no decir
que no, pregúntese ¿esta situación es para hoy o para la vida? Sobra decir
que si la respuesta es “Para hoy” quizá sólo se esté alejando de sus
verdaderas metas, no les invierta ni tiempo, ni emociones. Por otro lado,
si su respuesta es “para la vida” no lo posponga, no lo deje ir. Quizá el
mayor secreto para administrar su tiempo es preguntarse “¿Hoy o en la
Vida?”.
Lucía Blanco
Ha publicado artículos sobre habilidades gerenciales en revistas tanto
nacionales como internacionales e impartido conferencias y cursos en el ámbito
nacional. Es articulista en la revista Expansión y colaboró 2 años en el
programa de Televisión “Todo en Casa”, que se transmitía por el canal TVC en
televisión por cable. Egresada de la Licenciatura en Psicología por la
Universidad Autónoma Metropolitana, cuenta con dos maestrías, una en
Administración con especialidad en Finanzas y Mercadotecnia y otra en Dirección
Internacional, ambas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Cuenta
con 4 diplomados, el primero en desarrollo gerencial por la Universidad
Iberoamericana, el segundo en Selección y Crecimiento de personal por
Psicología y Desarrollo y el tercero en Grafología, por la Asociación Mexicana
de Grafología, de donde también es egresada de la especialidad en Grafología en
Recursos Humanos y el cuarto como consultor interno. Está certificada como
consultora por el CONOCER. www.lublan.com
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